Determinarse y luego arrepentirse;
empezar a atrever y acobardarse;
arder el pecho y la palabra helarse;
desengañarse y luego persuadirse.
Comenzar una cosa y advertirse;
querer decir su pena y no aclararse;
en medio del aliento desmayarse,
y entre el amor y el miedo consumirse.
En las resoluciones detenerse;
hallada la ocasión no aprovecharse,
y perdido de cólera encenderse.
Y sin saber por qué, desvanecerse:
efectos son de amor; no hay que espantarse,
que todo del amor puede creerse.
Conde de Villamediana
martes, mayo 23, 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario