Mi corazón no sabe lo que espera,
pero yo sé que espera todavía...
igual que aquella noche que llovía
y te besé bajo la enredadera.
Tu amor se fue como si no se fuera...
pues algo tuyo vuelve cada día...
y me dejaste la melancolía
de doblar el pañuelo a tu manera.
Esta noche de viento y lluvia fría
quiero pensar que si tu amor volviera...
al dejar de llover, ya no se iría.
Y estoy aquí, bajo la enredadera...
y como aquella noche en que llovía
mi corazón no sabe lo que espera.
José Angel Buesa
miércoles, mayo 31, 2006
Vámonos Corazón
Vámonos, corazón, hemos perdido,
ya nunca espigarán tus ilusiones.
Recoge tu esperanza y tus canciones
y partamos en busca del olvido.
Vámonos, corazón, ya tu latido
sólo podrá contar renunciaciones.
Guarda su nombre con tus oraciones
y si debes sangrar, sangra escondido.
Vámonos, corazón, tu fe no existe.
Al fin y al cabo tu naciste triste
y triste en cualquier puerto morirás.
Vámonos, corazón, ya no la esperes.
Bendice su recuerdo si así quieres,
pero marchemos sin mirar atrás.
Jorge Robledo Ortiz
ya nunca espigarán tus ilusiones.
Recoge tu esperanza y tus canciones
y partamos en busca del olvido.
Vámonos, corazón, ya tu latido
sólo podrá contar renunciaciones.
Guarda su nombre con tus oraciones
y si debes sangrar, sangra escondido.
Vámonos, corazón, tu fe no existe.
Al fin y al cabo tu naciste triste
y triste en cualquier puerto morirás.
Vámonos, corazón, ya no la esperes.
Bendice su recuerdo si así quieres,
pero marchemos sin mirar atrás.
Jorge Robledo Ortiz
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